Keila Coss Pabellón
Mujer sindicalista, Pastora Endosada de las iglesias Bautistas de Puerto Rico y estudiante doctoral en ministerio.
Se predicó de misericordia, compasión y justicia apenas esta pasada “Semana Santa”. Se nos inundó el corazón y el alma de paz con mensajes y alabanzas alentadoras y refrescantes acerca del ministerio de Jesucristo, Su muerte y Su gloriosa resurrección después de la Muerte de Cruz.
La Palabra del Señor nos llena de aliento, nos devuelve la vida y aun la sentimos calando profundo en nuestro interior confrontando nuestro pensamiento con las vivencias de opresión aun presentes en la Isla. Los efectos de los actos fascistas nos llegan desde la Nación Americana como flechas venenosas, directas al alma a través de las decisiones fuertes y violentas de su líder principal.
Acomodados en sus asientos forrados de poder con sus tapizados lujosos de arrogancia, en la Nación Americana oraron con cánticos como los Salmistas, expresaron palabras de favor hacia solo los que profesan la fe cristiana. Fue un intento admirable de organizar liturgia al Dios Todopoderoso durante la Semana Mayor. Sin embargo, “olvidaron” incluir a ministros religiosos y lideres y lideresas de otras prácticas y filosofías de vida, no necesariamente cristianas, en sus salas de reunión. Obviaron orar por el pueblo que compone la Nación que lideran, se olvidaron de los pobres y los menesterosos. Así como han pasado por alto la compasión y algunos de los derechos civiles, olvidaron además el estatuto constitucional de Estado Laico, pero ese es tema para otra redacción.
Los planes de las personas malvadas fracasan; no durarán mucho. Han desechado el bien y confiaron en la violencia y en la iniquidad, en otras palabras, han confiado en ellos mismos y en sus ambiciones egoístas. El confiar en Egipto solo traerá futilidad, confusión y pecado sobre pecado. La caída de estos imperiosos podría ser súbita y repentina si la gente del pueblo por fin se levantara.
Los lideres principales que representan al pueblo puertorriqueño y americano, tristemente andan buscando abrigo y amparo a la sombra de Egipto, no buscan la sombra del Omnipotente. ¿A quiénes están engañando? No se puede engañar a dos naciones cuya mayoría es pueblo que conoce a Dios y a Su Palabra.
Rendición, humildad, inclusión, equidad, bienestar común, misericordia, paz, Gracia, bendición y bondad y apoyo mundial para vencer la marginalidad y los desafíos históricos de discriminación atroz son peticiones que deben formar parte de sus oraciones diarias. Ninguna de estas peticiones figura en sus meditaciones diarias.
Oremos nosotros mismos desde nuestras palmeras y playas, desde el monte y contemplando el mar, el sol y las estrellas de Borikén:
Padre, a veces lideres injustos afirman valientemente que el Creador esta de su parte, y aun así permiten la injusticia. Persiguen a los rectos y condenan a los inocentes a la muerte mediante sus leyes y regulaciones injustas. Pero cuando eso sucede, Tú eres nuestra fortaleza y la poderosa roca en sobre la cual estamos firmes. Tú has prometido regresar a ellos sus pecados y destruirlos del modo en que ellos han planeado destruir a tus hijos e hijas. Te suplicamos que nos levantes como una Nación gobernada en justicia. Añade por favor lideres y lideresas piadosas que elaboren leyes basadas en Tus principios de amor al prójimo.
En Tu nombre oramos, en el nombre de Jesús, amen.
Mientras transcurren los cuatro años de la tribulación y la prueba, marcharemos cantando el Salmo 46:
Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza,
nuestro pronto auxilio en la tribulación,
aunque se traspasen los montes a la mar,
//aunque la tierra tiemble tenemos que cantar//
//El cielo y la tierra pasarán, más Su Palabra no pasará//
//No, no, no pasará//